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ALBERT CASTILLÓN. Colaborador en "Espejo Público"

Llevas muchos años formando parte del equipo de “Espejo Público”. ¿Cómo te

llegó la oportunidad? ¿Qué pensaste en un primer momento?

Yo llegué a la televisión hace 30 años en Cataluña, primero en TVE regional, 25 tv,

Local Media… e hice a la vez mi carrera en la radio que siempre ha sido mi mayor

pasión. En el 2003 explotó el caso Malaya a la vez que mi primer libro que hablaba de

él y eso me llevó a Telecinco, concretamente a los programas “A tu lado" y a todos

los demás de la cadena (“Aquí hay tomate”, “TNT”…), de ahí me fui a TVE de nuevo

al programa de la mañana unos meses y enseguida aterricé en Antena 3 colaborando

en programas de la cadena (“Por la tarde”, “DEC”…) Hasta que la cadena me propuso

contratarme como presentador de "Los más buscados" dirigido por Paco Lobatón.

El programa duró 100 días y ocupaba parte de la franja horaria de “Espejo Público”. Al desaparecer me incorporé a Espejo Público”. Fue un gusto conocer y trabajar junto a los compañeros de los servicios informativos de Antena 3 que son los mejores con los que he trabajado en mi vida.

¿Qué valoración haces del programa y de la evolución que ha ido sufriendo conforme a lo que demanda la audiencia?

Yo he cocido ya muchas temporadas de “Espejo Público” y todas distintas. Primero dirigidas por Julián Nieto, un cerebro de la televisión y ahora por una brillante Belén García que proviene de Telecinco, directora de “La Noria”, “A tu lado” y muchos más. Lo bueno de “Espejo Público” es que ha cambiado con los tiempos, no se mantiene igual y cada temporada evoluciona. La crónica social se ha convertido en judicial, el ring político en reivindicación, los sucesos en análisis criminológicos,… el espectador ha crecido y nosotros con él. 

A diario tenéis una competencia muy fuerte, sobre todo por parte de Telecinco. A pesar de eso el programa se mantiene en datos muy buenos. ¿Cómo lo valoras?

“El programa de Ana Rosa” es un magnífico programa de una productora que lógicamente busca beneficios económicos y tiene sus acuerdos con la cadena donde trabaja. Nosotros no. Somos un programa de los servicios informativos de Antena 3, nos debemos sólo a la información por lo que los índices de audiencia, aun siendo muy altos, no marcan nuestro rumbo. Con estar entre los dos más vistos cada día nos basta. Hay contenidos e imágenes que ellos pueden mostrar y nosotros no mostraríamos nunca y generan audiencia. Pero aceptamos nuestro compromiso con la información como única punta de lanza.

¿Qué toque le puede faltar al programa para que llegue a ser el programa líder de las mañanas?

Ser líder o no, no es el objetivo. Lo hemos sido otras temporadas y en ocasiones lo decide que las pausas publicitarias duren más o menos. Preferimos ser segundones con rigor a líderes sin credibilidad. Estamos muy contentos de las audiencias que cosechamos estos años. 

¿Qué opinión te merece Susanna Griso como conductora del espacio y como profesional?

Es sin duda, la mejor profesional con la que he trabajado en televisión, es generosa, deja trabajar, da oportunidades y además impone al programa la sensibilidad necesaria para no herir con los contenidos, aunque cuando se enfada con un invitado es implacable. 

¿Consideras que el programa cuenta con el mejor plantel de colaboradores que se puede tener?

Cada temporada unos entran, otros salen y unos toman más o menos protagonismo pero estas variaciones son diarias y dependen de la actualidad y los contenidos que aporte al programa cada uno. Colaborar en “Espejo Público” no es salir a plató y leer un telecúe, es traer invitados, aportar exclusivas con documentos e informes confidenciales y mucho más.

 

A todos se nos viene a la cabeza cuando decidiste abandonar el plató tras un enfrentamiento con Alejandro Cao de Benós. ¿Cómo viviste ese momento? ¿Volverías a hacerlo?

Fue algo visceral, no pude evitarlo. Acabábamos de mostrar parte del reportaje de “En Tierra Hostil” grabado en Corea en el que una mujer que había sido torturada contaba cómo había visto a madres comerse a sus hijos recién nacidos para sobrevivir al hambre. A este impresentable solo se le ocurrió decir que tenía muy buen cutis para haber sufrido tantas torturas. No pude más. No soporto tener al lado a tipejos de esta calaña, prefiero no salir a plató cuando alguno de ellos nos visitan.

Una historia que viviste en primera persona fue la famosa entrevista que os concedió Isabel Pantoja y que luego quiso que no se emitiera aunque pasado el tiempo se emitió por interés informativo. ¿Qué supuso para vosotros contar con esa gran entrevista?

Una absoluta sorpresa. Nos llamó ella, nadie la llamó y lo hizo a 5 minutos de terminar el programa. Nos estaba viendo y aseguraba que mentíamos sobre ella. Lo bueno es que en directo le dijimos que no colgara que seguiríamos grabando tras despedir el programa en directo y así lo hizo. Estuvo respondiendo una hora a todas nuestras preguntas. Al terminar recibimos un burofax de sus abogados prohibiendo difundirla alegando "que ella no sabía que se estaba grabando". Lo que intentaba Isabel es que no se rompiera un contrato millonario que tenía en exclusiva con Telecinco y que puso en juego por su impetuosa llamada.

¿Cómo es tu día a día en el programa?

Un estrés. Os invito el día que queráis y lo veis. A las 7 llego, a las 7:30 paso por maquillaje tras repasar temas y preparar lo más inmediato. A las 8:30 grabo publicidad y a las 8:55 empezamos. No termino hasta las 12: 30 con constantes cambios de escalera y contenidos. 

Durante el tiempo que has estado en Antena 3, ¿te ha ofrecido alguna cadena de televisión una oferta?

Sí, pero no puedo por contrato trabajar en otras cadenas generalistas, tan solo autonómicas o locales.

Cambiando de ámbito también has trabajado para la radio. Estuviste casi 3 años en “Queremos Hablar” en Punto Radio.

 

¿Qué recuerdo guardas de esa experiencia?

Llevo en radio desde los 15 años. Gané el Premio Ondas en 1995, imagínate… A pesar de amar la televisión jamás, ni una sola temporada he dejado de hacer radio. Ahora estoy los mediodías en Radio Intereconomía de lunes a viernes. La experiencia de Punto Radio fue la más gratificante porque me dotaron del presupuesto para contratar y hacer lo que me vino en gana. Fue magnífico fichar a la Baronesa Thyssen o a Paz Padilla.

¿Televisión o radio?

La televisión es tremendamente agradecida, te da mucho por muy poco. Pero lo que se hacer mejor es la radio. Mi pasión la radio.

Premio Ondas, Micrófono de Plata, Premio Zapping, Antena de Oro… ¿Cómo se siente uno ante este palmarés?

Me parece que he trabajado demasiado y merezco unas vacaciones. He tenido suerte y buenos padrinos que me han ayudado en los inicios, Luis del Olmo el principal de todos ellos.

¿Qué valoración haces del periodismo que se hace en la actualidad?

Debemos revolucionar la profesión como lo está haciendo la sociedad. Hemos perdido libertad e independencia frente a la política y hay que recuperar nuestra imparcialidad. A menudo hemos sido cómplices de las corruptelas aunque ha sido la prensa el medio que ha terminado con ellas antes que los grandes partidos. Sigue siendo una profesión apasionante a la que le sobra universidad y le faltan agallas.

De aquí a un par de años, ¿te sigues viendo en “Espejo Público” o te planteas abordar nuevos proyectos?

Mientras estoy en “Espejo Público” cada año abordo varios nuevos proyectos, no se estar quieto. Solo dejaría el programa si me ofrecen dirigir y presentar mi propio proyecto en televisión. En el fondo todos somos un poco Mariló Montero.

21 de septiembre de 2015

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